Demostrar la percepción de "Dinero Negro" o "Dinero B"
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domingo, 3 de febrero de 2013

Hay un modo, el análisis e investigación de los movimientos de sus cuentas corrientes. Si se observa que el nivel de retirada de dinero en efectivo o el nivel de uso de la tarjeta de crédito no se ajusta con sus gastos corrientes, habría un indicio para sospechar que existe otra fuente de ingresos alternativa a la legal que ayuda a hacer frente a esos gastos corrientes.
En ese análisis, se podrían buscar pagos realizados en tiendas de ropa, mobiliario, supermercados, etc, que diera un cierto sustento a la teoría de que sus gastos corrientes son pagados con las retribuciones cobradas en la cuenta corriente y no en efectivo.
Mucho se está se hablando y discutiendo sobre la demostrabilidad de haber recibido dinero en efectivo ilegalmente. Entre las acciones que se están llevando a cabo para demostrar que no se han cobrado esos dineros, se encuentra, efectuar una auditoria interna y externa sobre las cuentas del partido y la publicación de las declaraciones de la renta y patrimonio de los implicados en el escándalo.

Auditoria Interna y Externa


Se trata de medidas que no van a demostrar nada ya que una auditoria, ya sea interna o externa, va a aflorar la información contabilizada legalmente y declarada a hacienda, dentro de la cual no se van a incluir ingresos en efectivo que se hayan recibido de manera irregular o ilegalmente y sobre los cuales no se pueda probar su procedencia.


Declaraciones de IRPF y Patrimonio


En cuanto a la declaración de la renta y el patrimonio idem de idem, ya que, en la liquidación de IRPF se integran las cantidades derivadas de rendimientos percibidos mediante transferencia bancaria y sujetos a retención por lo que se trata de dinero controlado por el ministerio fiscal y, obviamente no se van a integrar en la declaración percepciones de dinero en efectivo que no se puedan probar su procedencia licita.

En lo que al impuesto del patrimonio respecta, se trata de un impuesto que más que para recaudar tiene un fin informativo. Mediante el, se puede demostrar si los rendimientos percibidos en IRPF se corresponden con el patrimonio que haya ido acumulando el contribuyente durante los años, esto es, que no exista distorsión entre lo que uno cobra y lo que uno tiene.

Sin embargo, si un contribuyente percibe grandes sumas de dinero en efectivo que no declara porque no puede probar la legalidad de su procedencia, puede comprar una serie de activos a nombre de terceras personas o de sociedades, con el fin de evitar que se produzca la distorsión anteriormente mencionada. Un contribuyente puede tener su patrimonio repartido entre diferentes personas de su entorno, ya sean cónyuges, hijos, hermanos, etc, y con ello en parte evitar tener que declarar por el impuesto de patrimonio.


El patrimonio de nuestros dirigentes, uno a uno



Existe una gran diferencia en cuanto a los patrimonios de unos y otros, habiendo ejercido cargos similares, por lo que, sin tener en cuenta aquel patrimonio heredado, habría que valorar las diferencias existentes y buscar esos patrimonios ocultos entre familiares.

Por lo tanto,

¿Como podría probarse que se ha percibido dinero en efectivo, si ninguno de los procedimientos que se están llevando a cabo puede probarlo?


Hay un modo, el análisis e investigación de los movimientos de las cuentas corrientes. Si se observa que el nivel de retirada de dinero en efectivo o el nivel de uso de la tarjeta de crédito no se ajusta con sus gastos corrientes, habría un indicio para sospechar que existe otra fuente de ingresos alternativa a la legal que ayuda a hacer frente a esos gastos corrientes.
En ese análisis, se podrían buscar pagos realizados en tiendas de ropa, mobiliario, supermercados, etc, que diera un cierto sustento a la teoría de que sus gastos corrientes son pagados con las retribuciones cobradas en la cuenta corriente y no en efectivo.

A día de hoy la mayoría de los pagos se realizan mediante tarjeta de crédito por lo que partiendo de esa premisa se podría investigar si su nivel de gasto se corresponde con su nivel de pagos con tarjeta o mediante retirada de dinero en efectivo.

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